La disparada de la inflación deterioró el poder adquisitivo de los salarios formales. En julio, el último dato disponible, en promedio los sueldos registrados, con aportes a la Seguridad Social, aumentaron el 5,3% versus una inflación del 7,4%. Una pérdida en el mes del 2%.
En los primeros 7 meses de este año, las remuneraciones formales acumulan un incremento del 45,1% versus una inflación del 46,2%. Y en relación con un año atrás, la pérdida es de 2,4 puntos porque los salarios subieron el 68,6% y la inflación fue del 71%.
Los datos de salarios son oficiales y corresponden al RIPTE (Remuneración Imponible de Trabajadores Estables), cuya serie mensual arranca en julio de 1994.
El RIPTE se calcula sobre la base de la remuneración promedio sujeta a aportes al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) que perciben los trabajadores bajo relación de dependencia y que fueron declarados en forma continua durante los últimos 13 meses.
A julio, los salarios brutos (sin los descuentos) con aportes promediaron $ 148.811.85, según las cifras oficiales sobre la base de las sumas declaradas por las empresas ante la Seguridad Social. Un año atrás, eran de $ 88.274.02.
Por tratarse del sueldo bruto, para determinar el ingreso de bolsillo, a los $ 148.811.85 habría que descontar el aporte de jubilación y salud del trabajador (17%) y eventualmente sumar el salario familiar por hijo/a.
Según el Gobierno, los salarios registrados “habían perdido el 21,6 % de su valor real entre diciembre de 2015 y diciembre de 2019”, según consta en los fundamentos del decreto 578/2022 y en 2020/2021, con altibajos, acompañó a la inflación, pero no hubo una recuperación con relación a fines de 2019, como había sido una promesa oficial.
En total, los trabajadores en relación de dependencia con aportes a la ANSeS suman unos 7,5 millones, alrededor del 75% de los casi 10 millones de asalariados en relación de dependencia registrados. El resto aporta a las Cajas provinciales u otros regímenes.
Estos 10 millones, a su vez, representan la mitad de todos los puestos de trabajo formales e informales del país (monotributistas, autónomos, asalariados sin descuento jubilatorio y trabajadores por cuenta propia informales).
Como índice salarial, el RIPTE se utiliza cada tres meses (marzo, junio, septiembre, diciembre) para fijar la mitad del porcentaje de movilidad de las jubilaciones, pensiones y demás prestaciones sociales y en el cálculo de las indemnizaciones por accidentes de trabajo.
También se utiliza para actualizar una vez por año el Mínimo No Imponible del impuesto a las Ganancias y para actualizar el “piso” salarial, inicialmente de $ 150.000 y ahora de $ 280.792 para quedar exento del pago de este tributo.
Además se usa para actualizar una vez por año el tope del Ingreso Familiar para cobrar las Asignaciones Familiares. Y todos los meses la cuota que pagan los empleadores al Fondo de Enfermedades por el seguro del coronavirus.