El reciente conflicto entre la provincia de Misiones con la policía local y docentes generó una nueva discusión en torno al financiamiento del Poder Ejecutivo a las provincias. Concretamente, sobre los fondos que reciben las diferentes jurisdicciones a través de la coparticipación e ingresos discrecionales.
¿Pero cómo evolucionaron las transferencias no automáticas y automáticas a los gobiernos provinciales durante el primer cuatrimestre de 2024? Te lo contamos en esta nota.
¿Qué es la coparticipación?
La coparticipación federal es el sistema por el cual el Gobierno nacional distribuye parte de la recaudación de algunos impuestos nacionales a las provincias. Se trata de transferencias que se realizan de forma automática y a diario y se rigen por la Ley de Coparticipación Federal, aprobada en 1988. La masa coparticipable se conforma, entre otros, del 100% del Impuesto a las Ganancias y del 89% del IVA y otros impuestos menores.
La ley de coparticipación dispone que, del total de impuestos coparticipables, el 42,34% se los queda el Gobierno nacional y un 56,66% se reparte entre las provincias de forma automática.
El restante 1% se reserva para el Fondo de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) que, junto con otros fondos, el Estado administra para atender situaciones de emergencia y desequilibrios financieros de los gobiernos provinciales.
A estos fondos se los denomina transferencias no automáticas o “discrecionales”, dado que pueden ser repartidos según la voluntad del Ejecutivo nacional, pero sin seguir ningún criterio ni prioridad establecido de antemano.
¿Cómo evolucionaron las transferencias no automáticas a las provincias durante el primer cuatrimestre del gobierno de Milei?
En lo que respecta a transferencias no automáticas, el reciente informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso de la Nación, indica que durante el primer cuatrimestre de 2024 dichos fondos se redujeron un 89,5% en comparación con el mismo período del año anterior. Los mismos pasaron de $ 295.920 millones a $ 108.997 millones.
Dentro de esta categoría, se encuentran las transferencias para financiar gastos corrientes, que pasaron de $ 197.541 millones a $ 100.951 millones. Entre las principales reducciones se encuentra el Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), utilizado para mejorar el salario de los docentes provinciales (-80,7%); el Fondo de Fortalecimiento Fiscal de la Provincia de Buenos Aires, creado en 2020 para financiar principalmente gastos en seguridad y que fue derogado en febrero de 2024; y las Cajas Previsionales Provinciales (-100%), entre otras.
Las transferencias para financiar obras públicas son la otra subcategoría de transferencias no automáticas y también se redujeron de $ 98.379 millones a $ 8.046 millones. Dentro de estos gastos, los principales recortes recayeron en los fondos para obras de saneamiento (-91,4%); construcción de obras viales provinciales (-100,0%); y asistencia financiera a provincias y municipios (-100%).
Si se analiza la evolución de las transferencias no automáticas entre provincias, las mayores reducciones se dieron en La Rioja (-97,3%), Formosa (-93,5%) y La Pampa (-93,8%). Mientras que en el otro extremo están Chubut (-65,7%), Jujuy (-76,4%) y Ciudad Autónoma de Buenos Aires (-81,0%).
Para Rafel Flores, economista especializado en política fiscal, se trata de “una caída nunca antes vista, en particular en las transferencias discrecionales a provincias”. Para Flores, si bien las transferencias no automáticas son discrecionales, muchas de ellas están sujetas a criterios establecidos, como el FONID, programas de salud y obra pública entre otras.
“Al cortarse muchos de estos programas es probable que se profundicen escenarios de conflictos y huelgas en las provincias y que se dejen de implementar políticas públicas que tienen impacto en la población”, explicó a Chequeado.
Según el especialista, los números del primer cuatrimestre dejan entrever que “no hay ningún análisis de priorización de los gastos que se recortan y sus consecuencias a futuro, es decir no hay un análisis sobre la calidad del ajuste”.
¿Cómo evolucionaron las transferencias automáticas a las provincias?
En lo que respecta a las transferencias automáticas, el mismo informe de OPC muestra una reducción en promedio del 19%. Entre los distritos con mayores reducciones se encuentran la Provincia de Buenos Aires (-20,5%), la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (-19,1%), y Chubut, Misiones y Salta (-19,1%). Por otra parte, las que tuvieron menores reducciones fueron San Luis (-18,3%), Catamarca (-18,4%) y Córdoba (-18,5%).
De acuerdo con un informe del Centro de Economía Argentina (CEPA) las fuertes reducciones de los recursos provinciales, y en particular los coparticipables, se debieron a la recesión económica: “El impacto de la caída de la actividad, sumado a la retracción del impuesto a las Ganancias de la cuarta categoría fue sensible en la recaudación”.
Por otro lado, de acuerdo con un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), el monto de las transferencias automáticas reales totales del primer cuatrimestre es el peor de los últimos 9 años.
Fuente: Chequeado