Mientras el dólar oficial sube por debajo de la inflación, los costos en dólares en Argentina muestran comportamientos dispares: salarios en ascenso, fertilizantes aún elevados y transporte estable
Mucho se ha hablado en las últimas semanas de que Argentina está cara para el consumo, pero poco se dice sobre la productividad. Lo cierto es que, al aumentar el dólar oficial a un ritmo inferior a la inflación, los costos altos en dólares se han incrementado en Argentina. ¿En cuánto? Para responder a esa pregunta, es necesario analizar algunos costos en detalle.
Uno relevante es el laboral. Según un informe escrito por los economistas Gustavo Reyes y Jorge Day, del Ieral (Fundación Mediterránea), considerando sólo el aspecto salarial, se observa que ha habido un importante repunte en salarios en dólares (netos de inflación de EEUU) desde abril de este año. Sin embargo, están más de un 25% por debajo de los niveles vigentes hace seis años atrás. Es decir, todavía están bajos los salarios en esa moneda en comparación al 2018.
En otros costos la situación ha sido dispar. El de transporte de cargas (asociado a la logística) está casi al mismo nivel que en 2018. El costo de los fertilizantes está un 25% por encima, tras un fuerte incremento en el año 2022, asociado a los mayores precios internacionales. “Afortunadamente estaría disminuyendo en los últimos dos meses”, aclararon los economistas. En cambio, el costo de los envases de papel y cartón está un 20% más bajo que en 2018.
En este sentido, se deduce que en 2024 han aumentado los costos “menos dolarizados”, como los salarios, mientras que menos lo han hecho los “más dolarizados”, como fertilizantes y envases de cartón. En términos generales, Argentina es aún más competitiva que en 2018, aseguran los economistas.
Es interesante comparar los costos con los precios que reciben los exportadores. En promedio, los precios internacionales han venido disminuyendo durante este año, pero la tendencia muestra que los salarios habían caído en mayor magnitud, señal de que, en general, todavía los exportadores tienen margen para competir. Se resalta el término “en general”, porque no sería para todos, especialmente aquellos que ya venían con competitividad más acotada.
“Qué rescatamos de este análisis? En lo que va del presente año, los costos argentinos en dólares se incrementaron significativamente, puesto que el dólar oficial venía aumentando al 2% mensual, mientras que la inflación ha presentado cifras superiores, aunque viene en baja”, señalaron los expertos.
Aun así, algunos costos, como los salariales, están todavía por debajo de los niveles de hace seis años atrás (antes de la devaluación a mediados de 2018). La situación ha sido variada en otros costos.
Para 2025, los pronósticos apuntan a un dólar que se rezaga en menor medida, por lo cual no se incrementarían tanto los costos argentinos en esa moneda.
Qué pasa en otros países
A nivel internacional, hay varios casos de países que crecieron a ritmo alto durante varios años (Chile, países asiáticos, entre otros), que terminaron con un dólar más barato (menor tipo de cambio real).
“Una hipótesis de este fenómeno es que esos países tuvieron un proceso de inversiones, que incrementaron su capital en equipos y tecnología, generando aumentos en producción y también en salarios. Esto último elevó los precios de los servicios, y así los costos en dólares en esos países. Es decir, el dólar se abarató como una consecuencia del crecimiento”, comentaron desde el Ieral.
“En cambio, en nuestro país, se ha iniciado un proceso de estabilización económica, con inflación en baja, lo cual reduce la demanda especulativa por dólares, y así se traduce en un dólar más barato. Pero todavía no ha comenzado un proceso de crecimiento sostenido”. agregaron.
En definitiva, los costos en dólares en Argentina reflejan una situación de alta heterogeneidad, con sectores más favorecidos que otros según su nivel de exposición al mercado internacional y a la dolarización de sus insumos. Para los exportadores, el margen competitivo aún existe, aunque su sostenibilidad dependerá de las políticas económicas que se implementen en los próximos meses.